Resumen: In 2007 Runggye Adak, un nómada tibetano, públicamente pidió el regreso del Dalai Lama a Tíbet
Cargo: “Incitación para subvertir el poder del Estado”
Sentencia: Ocho años en prisión. Liberado el 31 de julio de 2015
Estatus: Se sabe que se encuentra en pésima condición de salud después de su detención, durante la cual estuvo recluido a largos períodos en régimen de aislamiento.
“Estamos felices de saber que el héroe tibetano, Runggye Adak, que ha cumplido una condena de ocho años de prisión por mostrar públicamente su apoyo al Dalai Lama, ha regresado a casa. El trato de Runggye Adak por parte de las autoridades ha sido despreciable, y ha sufrido un aislamiento constante y un trato degradante simplemente por expresar su derecho a la libertad de expresión. Esperamos que a Runggye Adak se le dé la libertad que le corresponde y se le permita vivir con su familia sin coacción por parte de las autoridades chinas.”
Antecedentes: El 1 de agosto de 2007, Runggye Adak, un nómada de Lithang en el este de Tíbet, subió al escenario en una función oficial en el Festival de Carreras de Caballos de Lithang, para presentar un khatag ceremonial al Lama principal del monasterio de Lithang..
Cuando Runggye Adak estaba en el escenario, tomó con valentía el micrófono y se dirigió a una multitud de varios miles de tibetanos que se habían reunido para el festival anual. Dijo: «Si no podemos invitar al Dalai Lama a casa, no tendremos libertad de religión ni felicidad en Tíbet». También pidió la liberación del Panchen Lama y Tenzin Delek Rinpoche. La multitud aplaudió fuertemente.
Free Runggye Adak de International Tibet Network en Vimeo.
El gobierno chino describió esta acción como “un incidente político mayor” y acusó a Runggye Adak por “Incitación para subvertir el poder del estado”. Fue sentenciado a ocho años en prisión junto con otros tibetanos quienes fueron sentenciados entre 3 y 10 años por “poner en peligro la seguridad nacional”; ya que habían intentado proporcionar imágenes e información a medios de comunicación extranjeros.
En respuesta del arresto de Adak, más de doscientos tibetanos se congregaron afuera de la estación de policía de Lithang para solicitar su liberación; algunos de ellos lograron entrar y exigieron hablar con los oficiales locales. Un testigo describió como policía y soldados dispararon violentamente hacia la concurrencia local en Lithang, usando gas lacrimógeno, granadas de aturdimiento y garrotes de metal. Posteriormente, se les ordenó a cientos de funcionarios del gobierno local que asistieran a las reuniones para condenar las acciones de Adak. Conoce más sobre esta foto
El 3 de agosto 2007, Xinhua dio a conocer una declaración que decía “el aldeano llamado Runggye Adak fue hacia la plataforma… y gritó las palabras ‘Independencia Tibetana’ y fuentes policiales dijeron que se encargarían del caso de Runggye Adak, cuyas palabras y acciones estaban destinadas a separar al país y dañar la unidad nacional, y perturbar el orden público, de acuerdo con la ley».
Según informes, cuando Runggye Adak fue condenado, él dijo a la corte: “Quiero el regreso de Su Santidad, y quiero plantear inquietudes y quejas de los tibetanos, ya que no hay un medio para que nosotros lo hagamos. Eso me da tristeza y me hizo actuar».
International Campaign for Tibet, reportó que varias semanas antes, las autoridades chinas habían circulado una petición al Monasterio de Lithang, la cual tenían que firmar todos los monjes, que decía que ellos no querían que el Dalai lama regresara a Tíbet. La organización especuló que este incidente pudo haber provocado que Runggye Adak tomará acción.
También testigos dicen que el discurso de Runggye Adak llamó a los tibetanos locales parar de pelear entre ellos mismos sobre los temas de la tierra y el agua – una referencia a los pleitos que han estallado entre los nómadas tibetanos, a menudo sucede después de la división de sus tierras por parte de las autoridades, de acuerdo con las directivas de Beijing. China tiene como política remover a los nómadas tibetanos de sus tierras e instalarlos en las ciudades, poniendo en peligro con ello sus medios de vida y su cultura, así como amenazando la supervivencia de las tierras de pastoreo en el techo del mundo. Esta política está dando lugar a un aumento en la desertización y exacerbando el impacto del calentamiento global. En esta era de cambio climático, los tibetanos y su milenario conocimiento del medio ambiente, deben participar en todos los aspectos sobre la restauración y la gestión de los ecosistemas y su mantenimiento dentro de la meseta tibetana.
